ARMONÍA, PAZ Y PROSPERIDAD DURANTE EL 2011

QUE LA LUZ ILUMINE EL CAMINO QUE HAN DE SEGUIR PARA ALCANZAR SUS METAS MAS PRECIADAS. MIL BENDICIONES A TODOS.

miércoles, 26 de octubre de 2011

RESPONSABILIZARNOS POR NOSOTROS MISMOS

Muchas veces encontramos personas que responsabilizan a otros por su propia felicidad. Al respecto, escuchamos frases, tales como: “mi marido no me hace feliz”, “mi madre me dice que soy el responsable de sus penas”, “mi esposa me culpa por todo”, etc. Se trata de una falsa creencia basada en la manipulación que pueden hacernos nuestros seres queridos sin estar concientes de ello. En algunos casos se establece una relación amor-odio en la cual quién hace papel de “víctima” entabla una codependencia con el presunto “victimario” basado en una lista interminable de carencias personales. Por ejemplo: “no te vayas muy lejos porque sí me enfermo quién me cuida”, “nunca estás cuando te necesito” (aunque estés siempre pendiente de la persona), “sí me dejas, me muero”, “eres un mal(a) hijo(a) sí no haces lo que te digo”, etc. La característica fundamental de este tipo de relaciones es que asfixian, castran la vida, los proyectos y llenan de culpa al presunto “victimario” que tiende a sentirse atado de pies y manos. Pareciera entonces que “hay amores que matan…”. En este punto, se requiere de mucho aplomo y reflexión para comprender que cada quién es responsable de su propia felicidad por lo que no hay “víctimas” ni “victimarios” sino personas controladoras, manipuladoras, de muy baja autoestima por un lado e individuos indulgentes, controlados, con un profundo sentimiento de culpa, creyendo que complaciendo cuanto le pidan, algún día van a ser valorados por su esfuerzo. Lamentablemente, ese día no ha de llegar puesto que la victimización de esas personas obedece a profundas carencias que arrastran desde la infancia y que ellas y solo ellas pueden llegar a satisfacer a través de un cambio de actitud contundente hacia la vida, empezando por “vivir y dejar vivir a otros”. Por otro lado, el presunto “victimario” puede optar por liberarse de la codependencia en la medida que deje de complacer y buscar aprobación, ocupándose más de sí mismo, de cubrir sus necesidades y trabajar por sus proyectos de vida. Ocuparnos y responsabilizarnos por nosotros mismos es la elección más importante que puedas hacer para alcanzar el bienestar desde nuestra valoración como seres humanos. Recuerda, todos tenemos derecho a la felicidad y a una vida abundante. Una vez que hemos alcanzado ese sentimiento de plenitud y alegría podemos contagiar de nuestro buen ánimo al entorno y ser exitosos al hacer lo que nos gusta en beneficio de nosotros y de la humanidad.

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